24 de marzo de 2016. Hace 4 años escuchaba a Pedro Aznar a tan solo unos metros de distancia en La Sabana. Irónicamente, mi novia en aquellos días, que adoraba a Pedro, se encontraba de vuelta en Buenos Aires. Ella a veces se comunicaba conmigo enviándome mensajes a través de navegalo.com , web que bajo algún audaz algoritmo de programación del momento, los transformaba en SMS para que yo los recibiera en Costa Rica en mi Nokia 1202. Uno de aquellos me avisaba que ella estaba viendo el concierto vía un milagroso, rústico e inesperado streaming que estaba realizando el SINART, también irónicamente. Con total asombro y emoción, yo leía en otro mensaje que me divisaba entre las tomas al público. Luego yo, mediante otro procedimiento no menos simpático, con un pulgar virtuoso e independizado de los ojos, contestaba esos SMS introduciendo un código y el mensaje a un teléfono que navegalo.com proveía para luego ser retranscrito para la web en la computadora...
Comentarios
Publicar un comentario