Manifiesto (textillo inaugural)
El café se toma fuerte. Opacidad al 100%. Transparencia: indicio de papilas gustativas incapaces de disfrutar tonalidad, ritmo y cadencia, y eso va contra todo espíritu cafetero. De ser posible, recién molido y que suelte con el agua a 94 Celsius previo a llenar el saquito. Ahora sí, va la mezcla por el chorreador que, herido y agonizante, de su efímera vida vespertina salpica profuso el líquido vital del ocio: el mejor tiempo.
Es el tiempo del 'grano de oro'. Y el tiempo es oro. No. "El oro no vale nada", dijo José Luis, - "...el tiempo es vida", pero la vida puede durar lo que 100 o 200ml duran en hacer su transformación física y química. Así las cosas, intensidad de líquidos melosos, casi sólidos, concentrados y voluptuosos. Un café ralo, amarillo y segundón no existe; es una contradicción. Ni deberíamos pensarlo, pero para eso debería venir en pérfidas bolsitas de Mondaisa y llamarse té... (Náuseas).
Podemos chorrear y sorber a las 3pm, pero no somos rigurosos con la hora. Se puede a cualquier otra. A las 2:56pm, por ejemplo.
Es el tiempo del 'grano de oro'. Y el tiempo es oro. No. "El oro no vale nada", dijo José Luis, - "...el tiempo es vida", pero la vida puede durar lo que 100 o 200ml duran en hacer su transformación física y química. Así las cosas, intensidad de líquidos melosos, casi sólidos, concentrados y voluptuosos. Un café ralo, amarillo y segundón no existe; es una contradicción. Ni deberíamos pensarlo, pero para eso debería venir en pérfidas bolsitas de Mondaisa y llamarse té... (Náuseas).
Podemos chorrear y sorber a las 3pm, pero no somos rigurosos con la hora. Se puede a cualquier otra. A las 2:56pm, por ejemplo.
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